Una de inventos
Hacia mucho tiempo que nadie inventaba nada en la península de Barbarín, con lo que provocó un gran alboroto el anuncio del invento del, no hasta entonces, inventor Serafín.
El asunto no era baladí, pues Serafín había dado con la forma y el saber de saber construir un robot. Nifares fue el nombre asignado para el creado.
El nuevo habitante de Barbarín se movía como un habitante de Barbarín, hablaba como tal y, por asuntos de la ingeniería, carecía de la necesidad de beber o comer alimento alguno, aunque soportaba la bebida y la comida en abundancia como, de nuevo, cualquier habitante de Barbarín. Era, sin embargo, la principal diferencia del robot con respecto al resto de población su capacidad inventiva. Nifares comenzó inventando un nuevo invento cada mes, pasando su segundo año de existencia inventando cada semana, para más tarde inventar cada día, cada hora, cada minuto. Pasó de ser conocido como invento a inventor.
Fue muchos años después cuando Nifares fue aplastado por una piedra que del cielo cayó. Hacia mucho tiempo que no se dejaba de inventar en la península de Barbarín, lo que provoco un gran alboroto.